¿Otros cinco minutos bajo las sabanas? Aprovecha esos valiosos instantes para garantizar que tu día sea más productivo. Ajustar el despertador más temprano sólo para quedarte otro “ratito en la cama”, apretar el botón de repetición cinco veces antes de levantarse… ¿quién nunca lo ha hecho? Y, si llegas a sentirte mal por esto, no hay razón para que así sea.
No hay nada de malo en la pereza matinal (y en respetar tu propio tiempo para despertar). Pero si quieres iniciar el día con ritmo y hacer que las cosas empiecen a funcionar desde muy temprano, tenemos buenas noticias: existen formas de garantizar tu productividad, incluso bajo la comodidad de las sabanas.
Intenta poner en práctica estos consejos.
1 – Ejercicios de respiración y meditación.
Los puedes llevar a cabo ahí mismo, echado en la cama. Descárgate una app para la meditación (hay varias), si no tienes smartphone busca una rutina corta de meditación, o puedes practicar ejercicios de respiración de técnicas como el yoga. Comenzarás el día más dispuesto y con las ideas más organizadas.
2 – Mantén un diario y escribe apenas despiertes.
¿Has despertado y el día promete ser algo completamente exhaustivo? No es raro salir de la cama con la cabeza llena de preocupaciones, y ponerlas sobre un papel puede librarnos un poco de ellas. Puedes valerte de un diario para descargar tus sueños – buenos y malos –, expectativas para el día y las impresiones del día anterior: a rigor, cualquier cosa que esté en tu pensamiento cuando despiertas.
3 – Planea la semana con antelación.
Parte de los pensamientos que desorganizan nuestra mente cuando despertamos tienen que ver con la ansiedad frente a las tareas que tenemos a lo largo de la semana. Aprovecha ese tiempo muerto en la cama para organizar – y escribir – todo lo que es necesario hacer durante los próximos días. Yo suelo emplear un pequeño pizarrón blanco (colgado aun lado de mi cama), pero puedes valerte de un cuaderno o de tu celular.
4 – Lee.
Pocas personas tienen el hábito de leer cuando despiertan, pero si no tienes un compromiso inmediato, leer relaja, concentra e inspira: hay pocas formas mejores para comenzar el día.
5 – Duerme de cucharita.
Pues sí… siempre que tengas la oportunidad. Se sabe que dormir de cucharita con tu pareja hace un bien inmenso al cuerpo, pues libera oxitocina. Las personas siempre hablan bien de esta sustancia: la hormona del amor, liberada cuando la persona recibe y da afecto, que ayuda a aumentar la inmunidad, reducir la ansiedad y los riesgos de padecer enfermedades en el futuro.
6 – Consejo Extra..!!!
No existe forma más gloriosa de comenzar el día que con el “el mañanero”, el sexo además de relajar al cuerpo y la mente, provee de una rutina de ejercicio completa que resulta muy beneficiosa para reducir las probabilidades de enfermedades cardiovasculares.
No hay nada de malo en la pereza matinal (y en respetar tu propio tiempo para despertar). Pero si quieres iniciar el día con ritmo y hacer que las cosas empiecen a funcionar desde muy temprano, tenemos buenas noticias: existen formas de garantizar tu productividad, incluso bajo la comodidad de las sabanas.
Intenta poner en práctica estos consejos.
1 – Ejercicios de respiración y meditación.
Los puedes llevar a cabo ahí mismo, echado en la cama. Descárgate una app para la meditación (hay varias), si no tienes smartphone busca una rutina corta de meditación, o puedes practicar ejercicios de respiración de técnicas como el yoga. Comenzarás el día más dispuesto y con las ideas más organizadas.
2 – Mantén un diario y escribe apenas despiertes.
¿Has despertado y el día promete ser algo completamente exhaustivo? No es raro salir de la cama con la cabeza llena de preocupaciones, y ponerlas sobre un papel puede librarnos un poco de ellas. Puedes valerte de un diario para descargar tus sueños – buenos y malos –, expectativas para el día y las impresiones del día anterior: a rigor, cualquier cosa que esté en tu pensamiento cuando despiertas.
3 – Planea la semana con antelación.
Parte de los pensamientos que desorganizan nuestra mente cuando despertamos tienen que ver con la ansiedad frente a las tareas que tenemos a lo largo de la semana. Aprovecha ese tiempo muerto en la cama para organizar – y escribir – todo lo que es necesario hacer durante los próximos días. Yo suelo emplear un pequeño pizarrón blanco (colgado aun lado de mi cama), pero puedes valerte de un cuaderno o de tu celular.
4 – Lee.
Pocas personas tienen el hábito de leer cuando despiertan, pero si no tienes un compromiso inmediato, leer relaja, concentra e inspira: hay pocas formas mejores para comenzar el día.
5 – Duerme de cucharita.
Pues sí… siempre que tengas la oportunidad. Se sabe que dormir de cucharita con tu pareja hace un bien inmenso al cuerpo, pues libera oxitocina. Las personas siempre hablan bien de esta sustancia: la hormona del amor, liberada cuando la persona recibe y da afecto, que ayuda a aumentar la inmunidad, reducir la ansiedad y los riesgos de padecer enfermedades en el futuro.
6 – Consejo Extra..!!!
No existe forma más gloriosa de comenzar el día que con el “el mañanero”, el sexo además de relajar al cuerpo y la mente, provee de una rutina de ejercicio completa que resulta muy beneficiosa para reducir las probabilidades de enfermedades cardiovasculares.
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