La naturaleza nos mantiene en una constante búsqueda y descubrimiento de animales increíbles, demostrando que aún existen numerosas criaturas que no conocemos y de las que no tenemos ni la más mínima idea de dónde habitan.
Una de estas criaturas sorprendió a algunos turistas en la playa de Olivenza, en Bahía, Brasil el verano pasado. El cuerpo del animal era de color púrpura y se asemejaba a un globo inflado, características suficientes para despertar la curiosidad de cualquiera, pero, ¿de qué se trata?
El cuerpo del organismo en cuestión pertenece a una criatura llamada carabela portuguesa Physalia physalis – que aunque lo parece, no se trata de una medusa, sino de una colonia de animales del grupo de los cnidarios y el orden de Siphonophoras.
A primera vista parece un solo animal, pero está formado por cuatro pólipos conectados entre sí, que son incapaces de sobrevivir de forma independiente. Estos son: neumatóforo (la parte que se ve llena de aire), el dactilozoide (que forman los tentáculos), los gastrozoides (formando los “estómagos” de la colonia) y los gonozooides (que producen los gametos necesarios para la reproducción).
Lo que llamó la atención de los bañistas en la playa de Bahía, además de su transparencia y forma extravagante, era su hermoso color púrpura.
La especie también puede ser más azul y tener tentáculos llenos de células urticantes, que pueden ser peligrosos para los humanos, pero que no tienen efecto alguno contra la tortuga marina, que es inmune al veneno y disfruta de la carabela portuguesa como parte de su dieta.
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