Un abuelo caminaba tranquilamente sobre el boulevard en la ciudad, y pasa frente a una casa de citas.
Una prostituta le grita:
- ¡Eh, Abuelo!, ¿Por qué no probamos?
Dice el abuelo:
- "No hija, Ya no puedo!"
Insiste la prostituta:
- ¡¡Animate, vamos a probar!!
El abuelo, después de dudarlo un poco, entra y funciona como un joven de 25 años: ¡¡le echó 3 sin descanso!!
- "Puuufff", dice la prostituta, ¡¡¡Y me decías que ya no podías!!!"
Y Dice el abuelo:
- "Aahhhh, coger sí puedo, lo que ya no puedo es pagar...
¡¡¡Ya no hay jubilación que alcance!!!"
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