20 de marzo de 2014

Bullying contra el PitBull..???

 

Para empezar, el Pit Bull es una raza que, para muchos, no existe. No está reconocida por la Federación Cinológica Internacional, ni por el American Kennel Club. Para ellos, las razas que sí existen son el American Staffordshire Terrier y el Staffordshire Bull Terrier. Siento decepcionar a los entendidos, pero reconozco que yo no siempre sé diferenciar uno de otro cuando los veo -los veía- en el parque. Ante la duda, prefiero preguntar al dueño, para evitar que se me enfaden. A estos perros y a sus cruces y variantes, el españolito medio los llama Pit Bull.

American Staffordshire Terrier
Sin embargo, el Pit Bull, el verdadero Pit Bull, es el Americano: American Pit Bull Terrier (APBT). Tiene su propio estándar, pero -como no está reconocido por las principales entidades- no participa en sus concursos de belleza. Ni falta que les hace, porque el Pit Bull defiende un estándar, a través de su Asociación de Criadores (A.D.B.A), que da más valor al comportamiento, personalidad y capacidad de trabajo, que a la estética en sí misma.

APBT - American Pit Bull Terrier
Hay muchas, muchas teorías sobre el origen de la raza American Pit Bull Terrier. El Presidente de la Federación Internacional del APBT, Mariano Peinado, sostiene que este perro es la evolución de los Alanos Españoles que llegaron en los barcos cuando se colonizó América. También se dice que la raza procede de la llegada de perros de Gran Bretaña, en su mayoría Bulldogs (nada que ver con el Bulldog Inglés de hoy en día, me refiero a los Bulldogs de antes... los que podían respirar). La verdad es que hay varias versiones de sus orígenes pero nadie debate sobre eso. Lo que todo el mundo conoce del pasado de este perro es que se usaba para pelear.

Alano Español de la actualidad
Desde los romanos -que, en mi opinión, se caracterizaron por ser un pelín sádicos- las peleas entre animales han sido siempre un espectáculo. Eran un pueblo curioso: "vamos a ver qué pasa si metemos a un perro y un toro en el coliseum"... "vamos a ver quién gana, si el león o el preso"....
En Inglaterra, también quisieron entretenerse viendo cómo se peleaban osos y jabalíes contra perros. En Londres, se puso de moda atar por los cuartos traseros a osos y a toros y soltar a Bulldogs que les atacaban y, en muchos casos, perdían la vida en ello. Esto era legal, igual que lo es a día de hoy una corrida de toros o un encierro.

Los ingleses, en el siglo XVIII, llegaron a la conclusión de que ver volar a perros a las gradas por cornadas de toros no era tan divertido como les pareció en un primer momento. Pero eso no significó que no siguieran haciéndose peleas de perros en la clandestinidad.
Pero no sólo los romanos y los ingleses dedicaron tiempo, y dinero, a este "hobby". En México, Argentina, Pakistán, España, China, Japón, Holanda, y en los territorios de la antigua Unión Soviética y el Cáucaso, existe una gran tradición en cuanto a peleas de perros. Rusia no las prohibió por ley hasta 2001, por lo que este pasado para muchos perros, no es tan lejano.

¿Y sólo peleaban Pit Bull? Por supuesto que no. El Rottweiler, el Dogo Argentino, el Sharpei, el Mastín Napolitano, el Mastín Español, el Tosa Inu y muchas otras razas -incluso aquellas que no tienen ni tuvieron nunca cualidades para pelear- se han metido en un ring y animado a matarse contra sus congéneres.

Pero el Pit Bull, que ya había demostrado su valía para sacar carbón de las minas, para matar ratas y para caza mayor, entre otros trabajos que se le encomendaban allá por el siglo XIX, demostró ser un excelente perro de pelea. Resistente, persistente, fuerte, fiel a su dueño, obediente, inteligente. Y eso provocó que el ser humano lo corrompiera, lo utilizara contra su naturaleza, lo animara a pelear hasta matarse. Con esto, quiero decir que el APBT no fue un perro creado para pelear. Era un perro que ya existía de antes, y algunas líneas de cría fueron, durante años, tristemente potenciadas para ser más resistentes, más fuertes, más agresivas de lo normal.

A día de hoy, el APBT es un perro que, como he dicho, no se juzga por su belleza, aunque hay un estándar que se debe seguir para mantener la raza. Se juzga su "gameness" que se podría traducir como "coraje". Y aquí es donde el camino se bifurca: los buenos Criadores de APBT buscan que sus perros tengan coraje para desarrollar toda aquella actividad que su dueño le ordene, independientemente de su dificultad. Y, como ejemplo, podríamos poner pruebas de agilidad, cacería de jabalíes, rescate de personas, etc. Para los que no aman a los animales y se siguen dedicando a promover que su perro se mate matando, el gameness es la capacidad para aguantar en una pelea hasta morir.

¿Y por qué os cuento todo esto? Yo no soy ni defensora ni retractora de esta raza. Ni del American Staffordshire ni del Staffordshire Terrier, que tanto se le parecen. No es un perro que yo me compraría, al igual que no tengo especial interés en tener un Husky Siberiano o, qué se yo, un Chow Chow. Pero me gustan todos los perros, en general, y he conocido algunos ejemplares de todas estas razas simplemente geniales. Sin embargo, las estadísticas -que son sólo estadísticas- nos dicen que, desde hace siete años, el APBT tiene el dudoso honor de estar el primero de la lista en número de ataques mortales denunciados en Estados Unidos.

Los números están ahí, pero Wikipedia te da la descripción detallada de todos los casos, y la mayoría de las historias son tristemente previsibles. Perros atados permanentemente a una cadena que atacan al primer ser humano que se acerca. Bebés que gatean hasta una madre protectora con sus cachorros. niños que quisieron jugar a "cabalgar" sobre el Pit Bull de su tía. No quiero decir que sea "normal" que el Pit Bull haya matado al niño en estas circunstancias, lo que quiero decir es que son situaciones en las que un perro, cualquier perro, si no es un animal equilibrado, puede llegar a atacar.

He estado pensando mucho en los pobres Pit Bull porque esta semana me he enterado de que en el condado donde yo vivo -Miami Dade, FL- no me permitirían tener uno en caso de quererlo, está penado por ley. Si tienes uno -o cualquiera de sus "primos"- y te denuncia tu vecino, te ponen una multa de 500 dólares, te dan 24 horas para deshacerte del perro (o mudarte tú a otro condado) y al vecino se le otorga una recompensa. Esto ha provocado una "caza de brujas" contra esta raza y una total demonización de la misma. Para quien es ignorante, si la ley ampara esta ignorancia, apaga y vámonos. He leído que incluso Obama condena esta legislación racista, pero la prohibición data de 1989 y no hay, por el momento, vuelta atrás, lo cual me parece una lacra de esta sociedad.

En España, la ley contra las Razas Potencialmente Peligrosas ya me parece injusta: generalizar nunca es la mejor opción y, ante el miedo que pueda existir a estos perros "poderosos", yo como mucho obligaría a tener un seguro que cubra posibles daños a terceros. Lo que pueda hacer un animal, depende tanto -o más- de su dueño como de sus propios factores genéticos. Rottweiler perfectamente adiestrado Vs Pastor Alemán descontrolado, ¿quién entraña un peligro peor?

El Pit Bull es un perro de plastilina: puedes moldearlo y hacer de él lo que quieras que sea. Si lo educas para cazar, será un cazador incansable. Si lo educas para que sea un perro familiar, demostrará una paciencia infinita con los niños. Si lo educas para proteger tu casa, la defenderá con su vida. Si lo educas para hacerte compañía, será tu amigo fiel que no se moverá de tu lado. No todos los perros tienen esa plasticidad, pero el APBT es un perro todoterreno.

Pero claro, volvemos a lo de siempre: Para todo eso, hay que educarlo.

Por: Belem Montalvo

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